![DSC_0243[1]](https://picodelpanuelo.files.wordpress.com/2016/02/dsc_02431.jpg?w=652)

Volvemos al barrio de Las Adelfas y nos reencontramos con los compañeros de EVA y de Seco. En la sala hay mucha gente y muchos nervios, el motivo: el estreno de Radio Arganzuela, con el acompañamiento de los veteranos de Ágora Sol Radio. Presentan el programa y dan paso a Juanjo de Pico del Pañuelo, que entre melodias de Gardel y Meller, explica el origen y la realidad el pequeño barrio. A continuación nos dan entrada para contar nuestra experiencia en el Casal de Barri Pou de la Figuera y también la de estos días en Madrid. No es hasta al cabo de en rato que nos enteramos que estamos en el Día Internacional de la Radio, una gran fecha para dar a luz un proyecto como Radio Arganzuela.
Con este fin, los diferentes colectivos habían preparado una mañana de participación y distintas actividades: graffiti, baloncesto, parkour (pràctica de acrobacias al aire libre aprovechando los elementos de mobiliario urbano existentes, desde vallas y bancos pasando por escaleras, etc.)
Pese al mal tiempo, el ambiente era excelente y, en paralelo a las actividades, se iban recogiendo diferentes ideas para incorporar al proyecto. Una gran manera de aprovechar un espacio a priori poco amable: el barrio es barrio hasta sus mismos límites.
Después de compartir una otra comida con la gente de Seco, tenemos todavía un poco de tiempo para conocer los dos huertos urbanos ubicados alrededor del centro social.
Cerramos nuestra jornada visitando la corrala en la en un futuro esperamos ver a la comunidad secana! Nos encanta vuestro proyecto, vuestra energia y entusiasmo! Viva el rojo poco saturado!
Aidà Almirall i Dani Pardo
Empezamos nuestra jornada en el corazón del barrio de Lavapiés. Lo que en su día fue la mítica Sala Triangulo, hoy es el Teatro del Barrio, un proyecto cooperativo cultural que inició su trayectoria hace unos tres años. Actualmente cuenta con más de 500 socios y una plantilla de 8 trabajador@s que impulsan una programación de teatro, música y danza con una intencionada línea política y crítica. En este sentido, han producido y acogido varios montajes con la vocación de construir memoria histórica. Además suele acoger encuentros de colectivos sociales, convirtiendose de esta forma en un referente sociocultural del barrio y de la ciudad.
De camino al siguiente compromiso, pasamos por el el Campo de la Cebada. Se trata de un gran solar, resultado del derribo de un polideportivo, que actualmente se ha convertido gracias a vecinas y vecinos del barrio en un espacio vivo, lleno de color y con actividades periodicas. Lamentablemente el dia no acompaña meteorológicamente y no podemos verlo en plena actividad, pero más adelante nos informan de su jornada de trabajo al día siguiente.
Después de comer nos acercamos bajo la lluvia, fina y persistente, hasta la Tabacalera de Lavapiés, donde Cristian nos recibió con gran generosidad. Tabacalera es un centro social de enormes dimensiones de unos cinco años de edad, cedido por el Ministerio de Cultura a una serie de colectivos que viene gestionándolo de manera asamblearia desde entonces. El descomunal tamaño del lugar y la diversidad de los colectivos que lo gestionan son algunos de los factores que explican la gran complejidad (y el atractivo) de su gestión. Por este y otros motivos, su trayectoria ha pasado por altos y bajos a lo largo del tiempo; ahora mismo, uno de los últimos mantienen el centro cerrado temporalmente. Por ello agradecemos especialmente a Cristian por recibirnos, mostrarnos el espacio y hacer un relato muy honesto, crítico y cariñoso de estos años y del panorama que hoy en día tiene el centro.
Taller. Tabacalera de Lavapiés
Uno de los numerosos graffitis que decoran el auditorio de La Tabacalera.
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A media mañana me aventuro a llegar caminando desde Legazpi a Vallecas, el tiempo no acompaña, pero la recompensa es buena: conocer el taller de Todo por la praxis. Las siglas que coronan el espacio son toda una declaración de intenciones: Instituto Do It Yourself (IDYS). Una gran nave llena de herramientas y aparatos y con grandes posibilidades para en cualquier momento crear nuevos inventos. Salimos con Diego a tomar un café por el barrio y tenemos tiempo de compartir el presente y el futuro de las iniciativas ciudadanas en Madrid y en Barcelona y también de ver, con un poco más de perspectiva, la gran oportunidad que supone el momento en que está el Espacio Vecinal Arganzuela (EVA), en el que Todo por la Praxis también participa.
A primera hora de la tarde, me encuentro con Pablo, miembro Puesto En Construcción (PEC), una de las iniciativas que tiene lugar en el Mercado de San Fernando. Me cuenta la historia de ese peculiar mercado, en el que conviven tiendas de comida a las que estamos acostumbrados a ver en un mercado, con otras iniciativas como librerias, espacios de coworking o puestos de artesanía. Esta convivencia surge hace unos cinco años, momento en el que el mercado empezó a quedarse con más persianas bajadas que subidas. Fue entonces cuando un grupo de nuevos proyectos propuso a la asociación de comerciantes que gestiona el mercado iniciar una nueva etapa y abrir el concepto de mercado tradicional. Por otra parte, esta apuesta salvó al mercado de la entrada de una gran superficie comercial o hipermercado, práctica habitual en la rehabilitación de muchos mercados en Madrid y otras ciudades.
Con Pablo también tenemos la oportunidad de hablar sobre el momento que están viviendo otros proyectos de la ciudad como: Patio Maravillas (en el que participa activamente actualmente) y Tabacalera (en el que participó en el pasado).
De ahí recojo a Dani y nos vamos a Intermediae para poder presentar el proyecto del Casal de Barri Pou de la Figuera a l@s compañer@s de EVA. Él os cuenta:
Aidà Almirall y Daniel Pardo
El tercer día tenía reservado un plato fuerte. Una experiencia que sin duda hay que conocer: el Espacio Vecinal Montamarta. Se trata de un espacio recuperado por el vecindario de San Blas hace más de cuatro años. En su momento había alojado un mercado, pero llevaba muchos años cerrado y vacío y se había ido degradando. Supuestamente el Ayuntamiento de Madrid tenía que ubicar en él un equipamiento de salud, pero nunca llegó. Después de cansarse de ver un edificio de tres plantas y 900 metros cuadrados sin uso, un grupo de vecinos del barrio decidió ocupar el espacio. La ocupación duró poco tiempo ya que el Ayuntamiento volvió a tapiar los accesos. Al cabo de un año de negociaciones, se alcanzó un acuerdo con el consistorio para sacar adelante una gestión ciudadana del espacio y también un compromiso por parte del Ayuntamiento de rehabilitar parte del edificio.
Desde entonces y hasta ahora, la gestión del espacio está abierta a quien quiera participar en las asambleas. Ni los gestores, ni los impulsores de actividades cobran dinero para realizar sus tareas y todas las personas que usan el espacio pueden contribuir económicamente si pueden y/o quieren o dedicando tiempo a tareas necesarias en el espacio (limpieza, orden, actividades,…). Algunos de los proyectos que se traen entre manos son: un equipo de futbol, un taller de bicicletas, un taller tecnológico, un espacio de repaso escolar, diferentes actividades formativas (fotografia, boxeo, danza, defensa personal, yoga,…), así como iniciativas de colectivos y grupos del barrio.
La dedicación de las personas que cubren las horas de apertura del espacio implica una militancia y una entrega muy grande y por este motivo actualmente se están valorando las posibilidades o alternativas para que estas personas no estén tan sobrecargadas. En este sentido, la apuesta de fomentar la responsabilidad, el compromiso y la proactividad de quienes usan el espacio es una máxima de Montamarta, que compartimos plenamente en el Casal de Barri Pou de la Figuera.
Gracias por vuestro tiempo y larga vida a este magnífico proyecto comunitario!
Aidà Almirall
Por la mañana paso a conocer el Huerto La Revoltosa, otro espacio recuperado, ganado al asfalto y hoy en día consolidado. Está en un extremo de la Plaza de Peñuelas, en la zona del Pasillo Verde y dentro del distrito Arganzuela. Quedo con las hortelanas de poder participar en la asamblea que celebran los viernes para saber como se organizan.
Por la tarde, después de encontrarme con Juanjo de Pico de Pañuelo, vamos al espacio Intermediae, dentro de Matadero, para participar en la asamblea de EV Arganzuela. El encuentro empieza con entusiasmo y felicitaciones por el éxito del I Encuentro de Iniciativas Ciudadanas (celebrado recientemente en el mismo Mercado). Resulta particularmente interesante poder escuchar y compartir el momento en que EVA está actualmente: negociando con el Ayuntamiento cuándo, cómo y qué espacios del Mercado se van a abrir. Y también ver que mucha gente está interesada e implicada en ello (en la asamblea participan unas 30 personas). Al terminar siento y comparto con varias personas que están en un momento muy potente, que supone retos, decisiones y mucho debate, pero al mismo tiempo un gran avance hacía la gestión de un espacio de y para los vecinos.
Aidà Almirall
El domingo por la tarde llegué a Madrid. Unos 20 minutos andando separan Atocha de Legazpi y el Pico del Pañuelo. Nada más pisar el barrio, tuve la oportunidad de perderme por Matadero (donde uno de estos días vamos a reunirnos con los compañeros de EV Arganzuela) y es realmente impresionante, los espacios interiores, los exteriores, todo!
Entre las muchas cosas que hay para ver dentro de este gran recinto conocí Los Madriles, que es como se conoce el proyecto de Atlas de Iniciativas Vecinales de Madrid: un gran mapa de la ciudad donde se pueden encontrar por temática, agente impulsor y tipo de espacio más de 100 proyectos de ciudadanía crítica y activa que apuesta por la autogestión y la participación.
Ya en el día de hoy, he podido recorrer el Pico del Pañuelo y también conocer desde fuera el espectacular espacio que EV Arganzuela está revindicando gestionar: el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi. Me ha hecho pensar en Can Batlló en el barrio de La Bordeta de Barcelona, por dimensiones, por el histórico y por el reto que supone gestionar un espacio de estas características.
Más tarde, también he visitado La Sanchita, la Huerta de Legazpi, justo al lado del mercado y literalmente debajo del puente que cruza el río Manzanares. Una huerta alargada y fina pero soleada y hermosa. Evidentemente no podía pensar en otro proyecto que en L’Hortet del Forat (huerto urbano comunitario y asambelario, ligado al Casal de Barri Pou de la Figuera). Mañana, más!
Aidà Almirall
Hace unos meses tuvimos la suerte de conocer a los compañeros de Pico del Pañuelo, gracias al puente que tendió entre proyecto y el Casal, Mireia de Jiwar Creació i Societat. Con ellos recorrimos parte del barrio de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera y les mostramos el Casal de Barri Pou de la Figuera (en algunos posts que se han ido publicando en este mismo blog se habla del origen y la historia del mismo), un espacio de gestión comunitaria ubicado en el corazón del barrio. También tuvimos la oportunidad de enseñarles el Hortet del Forat, un proyecto de horticultura urbana autogestionado y asambleario, vinculado al Casal.
Fruto de esta visita surgieron conversaciones sobre la gestión comunitaria, el acceso a la cultura, la participación ciudadana y más cuestiones que vimos que compartíamos y nos apasionaban. Nos hablaron del barrio en el que tenían ubicado el proyecto de residencias artísticas y culturales y también de como mucha gente y colectivos se estaban movilizando para la reivindicación de la gestión ciudadana de un gran espacio: el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi. Estaba claro que había muchas cosas en común y seguramente por eso surgió la idea de la residencia.
A partir del lunes 8 de febrero y hasta el domingo 14 estaremos compartiendo nuestra experiencia de gestión comunitaria del Casal de Barri Pou de la Figuera y aprendiendo de muchas de las iniciativas de gestión ciudadana que existen en la ciudad de Madrid. Un reto, un privilegio y un lujo!
Aidà Almirall Serra, dinamizador comunitario del Casal de Barri Pou de la Figuera
Daniel Pardo, miembro de la gestión comunitaria del Casal Pou de la Figuera