Aprovechando el buen día, hemos paseado por la ribera del río Manzanares, ahora llamada «Madrid Río». Lo que hace no muchos años fue una autopista, la M-30, se ha convertido en una zona de esparcimiento para la ciudad. Itinerarios peatonales, ciclistas, skate-park, campos de fútbol, toboganes, tirolina e incluso un jardín botánico… Un claro ejemplo de cómo una recuperación del espacio para las personas ha influido postivamente a la ciudad en general y al barrio en particular.
Ene11