Aprovechamos el domingo para hacer turismo por la ciudad. La mañana comenzó, como no podía ser de otra forma, con las típicas porras. En un agradable paseo con un guía turístico… ¡vasco!, descubrimos algunas historias y leyendas de Madrid: desde Luis Candelas (el Robin Hood madrileño), a los milagros de San Isidro Labrador, o el origen de “la osa y el madroño”. También tuvimos ocasión de conocer las influencias que tuvieron algunos monarcas en la historia madrileña, como el origen del Palacio Real en el “Madrid de los Austrias” o la promoción por la Ópera que realizó Isabel II.
Continuando por el centro, hacemos una parada para degustar unas ricas tapas típicas de la gastronomía madrileña. Tras la comida, pasamos por la Puerta del Sol, otra parada obligatoria por ser el escenario inconfundible de cada nochevieja. Por la tarde aprovechamos para realizar unas compras por las bulliciosas calles cercanas hasta alcanzar la Gran Vía, que es un reflejo de toda la vida que posee Madrid.
PICO DEL PAÑUELO 