Me despido de Madrid con pena, pero contenta por haber disfrutado y aprovechado al máximo la estancia. Siempre quedan cosas por hacer así que me propongo volver en breve.
f1. Panorámica de la ciudad hacia el sur
Esta semana en Pico del Pañuelo ha sido muy tranquila e intensa a la vez y me ha dado la posibilidad de conocer algo más la zona sur de la ciudad y su historia. Estudiando el contexto europeo, he podido comprobar que los años 20’ fueron años de vanguardia en muchos campos artísticos. También fue un periodo productivo en el ámbito de la vivienda, y en especial en la vivienda social.
De la comparación entre los modelos europeos y la colonia Pico del Pañuelo se pueden sacar varias conclusiones. Si el espectador se centra en la apariencia, la primera conclusión es que el lenguaje de la nueva arquitectura (formas puras, ausencia de motivos decorativos, superficies planas, acabados en blanco…) no había calado todavía. La misma organización de los bloques, con sus calles en curva y sus perspectivas limitadas está lejos de los bloques lineales de los ejemplos alemanes. La manzana de Pico del Pañuelo sigue siendo una manzana compacta lista para ser integrada en el ensanche de la ciudad.
Y sin embargo, hay algo de novedoso en sus plantas. La propuesta de vivienda colectiva en altura, en vez de los modelos de ciudad jardín anteriores; la preocupación por dotar de ventilación y luz natural a cada uno de los espacios de la casa (no hay que olvidar que hasta hacía bien poco las alcobas sin ventana eran algo habitual); la racionalidad de sus plantas, con distribuciones óptimas que no perdían superficie en pasillos y vestíbulos…
Se trata de una colonia cuanto menos singular en la ciudad y en su memoria.
Leire Azcona
PICO DEL PAÑUELO 